La gran mayoría de nosotros en algún momento de nuestras vidas hemos estado enamorados. Pero más allá de si este enamoramiento fuera correspondido o no, uno experimenta una etapa de encandilamiento con la persona deseada, etapa donde se puede llegar a cometer desde actos cursis y exagerados hasta erráticos que pueden llegar a sorprender tanto a quienes nos rodean como a nosotros mismos.
Así mismo, percibimos sensaciones intensas, complejas y excitantes que no sabemos explicar ni tener mayor control sobre ellas, e incluso vamos en contra de ideales, esquemas mentales y paradigmas sociales y familiares, no por nada en el inconsciente popular se le conoce como “el mal de amores”.
Y es que aunque no podamos percibirlo existen cambios bioquímicos a nivel cerebral que involucran nuestro sistema límbico y corteza cerebral, que terminan por generar diversas respuestas fisiológicas y psicológicas, dando paso a un estado interno “diferente” al habitual.
Ahora veamos cuales son estos síntomas del enamoramiento:
1. Pensamiento intrusivo y obsesivo
Es aquí donde la frase “No puedo dejar de pensar en ella/él” cobra sentido, ya que constantemente diversos pensamientos intrusivos surcaran nuestra mente con ideas e imágenes sobre esa persona especial, estos pensamientos son bastante difíciles de controlar y pueden ser bastante tortuosos si se acompañan de celos y temor al rechazo, mientras que pueden ser una gratificante experiencia en el día, si se proyectan con optimismo y reciprocidad.
2. Temor al rechazo
Se teme fuertemente que “esa persona” no sienta todo lo que nosotros sí. Es en este punto donde juega un papel importante cuanto nos aceptemos y apreciemos, sin embargo esto no es definitorio, ya que incluso poseyendo una aceptación incondicional muy positiva, este miedo a no ser correspondidos puede afectarnos.
Y es por miedo a este rechazo que entramos en un “estrato falso”, como diría Fritz Perls, estrato donde destacamos nuestros mejores atributos, y barremos bajo la alfombra aquellas “imperfecciones”. Se espera que este estrato falso dure un breve periodo de tiempo, para ir dando pase a nuestro yo real, sin embargo algunas personas de forma patológica pueden extralimitarse en el tiempo que manifiestan este estrato falso.
3. Fuerte actividad fisiológica ante la presencia real o imaginaria del individuo
Si estas seriamente cuestionando si tu corazón está en tu pecho o en tu laringe, ya que cuando escuchas su nombre sientes que se te esta escapado el corazón por la garganta, o estás por ir al médico para un descarte de hiperhidrosis, porque transpiras cada vez que la o lo vez. ¡Calma! esto se debe a tu sistema nervioso, son síntomas propios de esta etapa, y añadido a esto puedes experimentar enrojecimiento, mareos, insomnio, entre otros síntomas.
4. Intenso deseo de intimidad y unión física (tocar, abrazar, besar, etc.)
Si, nuevamente es responsabilidad de tu cerebro, la razón por la cual se vuelva casi una necesidad tener contacto físico con la persona deseada. Es por ello que buscamos pasar el mayor tiempo posible en contacto con esta persona, y priorizando el contacto físico sexual.
5. Intenso deseo de reciprocidad
¿Y cómo no lo querríamos? Nuestro cuerpo nos empuja a intimar cada vez más con esta persona, es por ello que se anhela fuertemente el ser correspondidos(as). Es en este punto donde este enamoramiento puede tener su tan ansiado desenlace y pasar a una siguiente etapa de reciprocidad o si quedará como una ilusión platónica.
6. Perdida de la concentración
Es difícil verter más líquido en un vaso lleno. Si nuestra mente es poseída por pensamientos intrusivos y obsesivos con cierta frecuencia durante el día, es de esperarse que nuestro nivel de atención y concentración disminuya.
7. Hipersensibilidad ante los deseos y necesidades del otro
Se genera una hipersensibilidad que nos orienta a preservar el bienestar de esta persona de quien estamos enamoradas(os). Se espera que orientemos esfuerzos para minimizar cualquier sufrimientos que le afecte, y nos enfocaremos en añadir experiencias gratificantes que contribuyan a su felicidad.
Pero debemos tener cuidado de no ponernos en riesgo o descuidar nuestras propias necesidades por enfocarnos enteramente en complacer las del orto.
8. Idealización del individuo percibiendo solo las características positivas y justificando características negativas.
Debido a todos los cambios neurológicos que se generan en nosotros, las experiencias de proximidad con esta persona, de quien nos enamoramos, son de gran intensidad, y podemos omitir detalles que pueden ir en contra de la idealización que hemos creado.
Añadido a ello, vamos ensalzando los atributos del otro, para contribuir con la propia visión perfeccionada de la persona.
Isabel Solís
Psicoterapeuta